El trabajo aporta obvios beneficios económicos, pero tener empleo también ayuda al ser humano a permanecer conectado con la sociedad, fortalecer su autoestima y desarrollar capacidades y competencias. Las sociedades con altos niveles de empleo son también más ricas, más sanas y más estables políticamente.
Tasa de empleo
En la OCDE, cerca del 65% de la población en edad laboral (15 a 64 años) tiene un empleo remunerado. Los niveles de empleo más altos corresponden a Islandia (82%), Suiza (80%) y Noruega (75%), y los más bajos a Grecia (49%) Turquía (50%) y España (56%). Por lo general las tasas de empleo son mayores para las personas con un nivel educativo más alto. En la OCDE, cerca del 80% de la población con por lo menos educación superior tiene un empleo remunerado, en comparación con cerca del 46% de la población que no cuenta con educación postsecundaria.
A pesar de que durante los últimos 15 años ha habido un aumento constante en las tasas femeninas de empleo, sigue siendo menos probable que las mujeres tengan empleo que los hombres. En 2013, en los países de la OCDE en promedio el 58% de las mujeres tienen empleo en comparación con el 73% de los hombres. La diferencia de género es particularmente alta en Turquía y México, y relativamente baja en Canadá, Estonia y los países nórdicos. El aumento en las tasas de empleo para las mujeres puede explicarse por cambios estructurales en la economía y la sociedad, pero también por factores de políticas públicas, como el suministro de servicios de atención infantil, lo cual ha facilitado que las madres con hijos pequeños vuelvan a trabajar.
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